Forma, color, opacidad, y acabados- estos son los ingredientes que intervienen en las luminarias diseñadas por 3Form Art Light, oficina de diseño estadounidense que se encarga de nutrir a la buena arquitectura y sus espacios. De un amplio repertorio de aplicaciones, se seleccionaron tres líneas en especial, que hablan acerca de la manipulación humana de materiales para llegar a una relación mutua entre artista, objeto, y luz.
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En 3Form, los diseñadores hacen el doble papel de artesanos, integrando su cuerpo y mente a la concepción de una idea, respaldados por una filosofía de “no hay imposibles”. Entender la luz, doblarla a nuestra voluntad y usarla sabiamente, son los objetivos que nos obligan a llegar a ella una y otra vez. Si alguna vez llegamos a reconocer la impermanencia de esta proposición- que sostener la luz es aún imposible- el punto es continuar tratando de hacerlo. Con esto dicho, primero, se presenta el Dragon, una instalación lumínica dentro del lobby de un hotel en Industry City, California.
Frente a la tarea de cubrir un conjunto de marcos de metal, a los diseñadores se les animó adoptar un enfoque divertido y animado. Inspirado por los dragones chinos, las dos esculturas resultantes de esta exploración son luminarias de 75 pies de largo, iluminando el vestíbulo del lobby de un hotel mediante un control LED que los cambian de color RGB.
Segundo, una línea de bollos doblados. Al no tener programa, no tener delineamientos de diseño, el material se pliega, creando lo inesperado con elementos orgánicos crudos encapsulados en un material de resina translúcida que brilla intensamente.
Finalmente, la lámpara colgante Blossom, que es muestra de la misma técnica de manipulación orgánica de material. En este en particular, capas intermedias proporcionan un contraste dramático para las características de movimiento de la lámpara.
Realmente se trata sólo de difundir las emociones de la gente y reaizar lo que ellos visualizan en su mente- Co fundador de Art Light, Ryan.